Caballares, mulares y asnales han sido un instrumento practico que históricamente ha
acompañado la prosperidad de la patria, llegando a instalarse como ícono lazarillo de los ancestros.
Hoy la industria equina se ha transformado y consolidado, combinando la tradición con tecnología
y diversidad de negocios, aportando cerca del 30% al PIB agrario local, al aumento económico del
país y continúa haciendo lugar de la cotidianidad de los territorios, animales que son un referente
cultural, alrededor del cual se tejen prácticas sociales que van desde el uso recreativo hasta diversos
procesos productivos que soportan los negocios de la industria equina.